Durante junio, un tribunal canadiense acogió una demanda de incumplimiento contractual contra una compañía, sosteniendo que un emoji de pulgar hacia arriba (?) representaba una expresión de consentimiento contractual y un tipo de firma electrónica, en la medida que identificaba al firmante y transmitía una aceptación.
En Chile, la regla general es que los contratos no requieren ser escriturados para existir (consensuales), por lo que un emoji de pulgar podría llegar a ser considerado como expresión de consentimiento contractual.
Para evitar inconvenientes es recomendable contar con un contrato escrito y firmado.